domingo, 9 de diciembre de 2012

BULLYING


EDUCACION SOCIAL PARA LA CONVIVENCIA Y LA NO VIOLENCIA.

Convivencia à forma de vivir en común.
Violencia à agresividad, coacción, crueldad.
No-violencia à  forma de actuación, ideología.
La humanidad ha mantenido formas de relaciones de convivencia social.
La educación cívica pretende los objetivos de la educación, perfectibilidad de la persona, por lo que se puede considerar una actividad humanística.
Educar para la tolerancia es educar para la democracia y contra la barbarie, la educación cívica sería la forma social para la autodefensa.
H.Paz Quiñones considera necesario para construir el orden, lograr siete aprendizajes básicos de convivencia social:
1. Aprender a no agredir.
2. Aprender a comunicarse
3. Aprender a interactuar.
4. Aprender a decidir en grupo.
5. Aprender a cuidarse.
6. Aprender a cuidar el entorno
7. Aprender a valorar el saber cultural y académico.
PREVENCIÓN DE ACTITUDES ANTISOCIALES
Un clima de aula, de Centro y familiar son el requisito imprescindible para lograr la calidad de la educación. Es necesario incluir entre los objetivos el desarrollo de habilidades  sociales a fin de conseguir un clima de convivencia que les capacite para la convivencia social.
1.       Concienciación o pensar juntos sobre el problema que se presenta.
2.       Atención individualizada con diversificación respecto al resto de compañeros.
3.       Incorporación curricular intencionada en el área social.
4.       Participación en actividades de cooperación permitiendo el protagonismo al alumno conflictivo.
5.       Organización que permita la puesta en marcha de los pasos anteriores.
BULLYING
Forma verbal inglesa que deriva de bully à persona que amedrenta a otras para lograr lo que quiere.
Suele usarse con esa significación en los centros educativos para referir comportamientos inadecuados e indeseables entre sus alumnos.
Las modalidades más frecuentes de agresión son las formas verbales, malas relaciones y las agresiones indirectas. Las menos habituales son el aislamiento y a agresión física.
Bromas pesadas mantenidas en el tiempo y aumentadas en intensidad, amenazas, burlas, desprestigios, insultos, intimidaciones, robos, abusos, aislamiento de la víctima, ataques físicos, golpes, palizas.
Las agresiones pueden partir de un individuo o de un grupo.
Todos los problemas de convivencia entre los alumnos de un centro educativo no pueden catalogarse como manifestaciones de buylling puesto que para que éste se lleve a efecto deben cumplirse circunstancias necesarias y suficientes como que sea una situación preconcebida, mantenida en el tiempo, silenciada y soterrada.
PERFILES
·         Ideólogo-planificador: autoimagen bastante distorsionada de sí mismo. Se identifica por arrastrar una gran inseguridad en su persona y en su aceptación social por parte del grupo. Ser intrínsecamente débil, inseguro, insatisfecho de sí mismo, de su vida familiar y de su vida académica. Se siente invisible para la sociedad, desde su primera infancia es víctima de maltrato afectivo pasivo, maltrato físico o abandono emocional a través del permisivismo de sus progenitores o el prohibicionismo.
Es impulsivo, activo, provocativo, agresivo, no tiene sentimiento de culpa ni capacidad de empatía. No respeta las normas y es incapaz de resolver conflictos pacíficamente. Necesita usar la violencia para sentirse seguro. LA agresividad le mantiene activo.
·         Agresores pasivos: todo tipo de clases sociales, pero con entornos afectivos y familiares similares. En sus hogares no se dan fuertes lazos familiares, reciben poco afecto de sus familiares, tienen dificultades de integración social y escolar. La violencia puede ser un modelo de resolución de conflictos en su propio hogar. Cuando la violencia no es explícita en su entorno existe un componente de permisividad hacia sus accesos de ira.
·         Víctimas: percibidos por el grupo como seres débiles, sin embargo tienen alguna cualidad que el líder ha descubierto y no puede soportarlo porque la envidia. Suelen ser muy prudentes lo que confunde al agresor ya que le ven como personas inseguras, pasivas, inactivas, permisivas y sufridoras. La timidez, la confunden con pobre autoestima e incapacidad para relacionarse con naturalidad y fluidez.
Niños que están muy apegados a su familia, y en algunos casos suelen estar sobreprotegidos, y esto, puede ser debido a tener algunos rasgos físicos que puedan ridiculizarles.
·         Grupo cómplice: Testigos impasibles, mudos y ciegos que con su cobertura y su falta de valores sociales permiten que se produzca y mantenga en el tiempo el acoso a la víctima. Son compañeros ordinarios que no sobresalen ni para bien ni para mal. El grupo más activo suele estar formado por alumnos cobardes, mediocres y más necesitados del aplauso del colega para sentirse válidos. Suelen adherirse al acosador y asumir la acción directa de la agresión a las órdenes del acosador.
La adhesión al líder les hace sentirse imprescindibles y les permite convertirse, individualmente, en estrellas del grupo cómplice. Mantienen muchas frustraciones o bien mucho miedo a oponerse al agresor y pasar a ser víctimas.
Cambios en la víctima
Pérdida de objetos, rotura de ropas, problemas de sueño, modificación de hábitos alimenticios y otros hábitos, peor rendimiento académico, incomunicación, cambios de humor, enuresis nocturna.
En cuanto a la sintomatología afectiva: angustia, ansiedad anticipatoria, temor, miedo, terror, caída de su autoestima, repentino rechazo expreso hacia la escuela, absentismo, fracaso escolar, desesperanza por no recibir ayuda de ningún estamento, depresión y suicidio.
CÓMO ACTUAR
·         Administraciones: campañas de sensibilización de ámbito nacional para documentar y alertar a las familias, alumnos y público. Mostrar a las familias y educadores las manifestaciones exteriores que pueden hacer deducir que un niño está siendo víctima de este tipo de agresión.
·         Escuela: Se pide a los profesores involucrarse en su profesión. Cubrir las demandas mínimas que la comunidad educativa le requiera, inhibirse de su compromiso formativo. La comunidad educativa tiene el derecho y el deber de pedir al profesorado que se haga presente activo en todo el recinto colegial mientras dure la jornada escolar.
Su autoridad, junto a su actitud educativa, debe empujarle a estar atento a los alumnos que sean diferentes, a las evidencias físicas de violencia, a las sospechas fundadas de violencia encubierta manifestada a través de risas, abucheos, faltas constantes a clase, relaciones con los alumnos. Atender a los padres que observen comportamientos extraños en los hijos o cuyos hijos les hayan confesado abiertamente ser víctimas de algún compañero.
Todo el claustro de profesores debe estar implicado en la creación y ejecución de programas preventivos o pautas correctivas de bullying. Los profesores son la clave del cambio. Si ellos no ejercen su liderazgo el acosador circulará libre.
En casa, podemos hacer juegos y talleres para prevenir esto.
Lo primero que debemos enseñarles desde muy pequeños es a compartir. Las primeras agresiones muchas veces se dan en las guarderías, niños que no quieren compartir y pegan, muerden, etc.
También podemos enseñarles que aunque somos diferentes, todos absolutamente todos, somos personas y somos intrínsecamente iguales. Cuando vean a una persona de otra raza, podemos explicárselo, porque seguramente preguntarán.
También debemos enseñarles que TOLERANCIA CERO ANTE LA VIOLENCIA, y esto no se va a enseñar pegando…ya sabemos que LA VIOLENCIA ENGENDRA VIOLENCIA. Si tenemos un hijo pequeño pegón, estamos jugando y vemos que su forma de jugar es pegando, no debemos reforzar esta postura, primero no haciendo caso, para que vea que pegando no es el centro de atención y seguidamente dejandole claro que no nos gusta que peguen y que cuando dejen de pegar podrán jugar otra vez con nosotros; en cuanto veamos que cambia su actitud le reforzamos y le decimos lo mucho que nos gusta cuando no pega.
Cuando ya son más mayores podemos jugar a muchas cosas:
-EL PROBLEMA ES DE TODOS: Este juego me lo enseñaron en un curso, y es bastante emocional. Cada uno escribe, anónimamente, en un papel algo que le haya pasado que le haya resultado difícil de superar. Se elige un papel al azar, y se debate sobre él, qué haríamos, cómo nos sentiríamos si nos pasara a nosotros. Es una forma de hacerle ver que NO ESTÁ SOLO, que puede hablarlo.
Visionado de películas (ya bien entrados en la adolescencia), de ésta temática, explicándoles luego por qué, por qué no, debatiendo sobre ella. Una película que os aconsejo, es LA OLA.
Es muy importante fomentar el diálogo. Cuando lleguen del cole, les preguntamos qué tal en clase, qué tal con los profes, qué tal con sus amigos; no nos centremos sólo en el aspecto académico, sino también en el aspecto emocional de nuestro hijo, es muy importante.
También es muy importante observar su comportamiento, y si vemos este tipo de pautas que he expuesto en líneas anteriores…ACTUAR. Ir a hablar con el profesor/a, con el director…con el Rey si hace falta. Pero sobretodo arropar a nuestro hijo/a.
Como ya sabéis, este tema está ahora muy en auge lamentablemente, y creo que deberíamos intentar desde pequeños y en casa evitar esta lacra social.
OS deseo buena semana a todos y a disfrutar de los peques.

Un abrazo!!!